Mirando el mar por la ventana,
me espera ella, contando olas,
viendo a la espuma desvanecerse,
viendo las gaviotas revolotear,
así me espera ella; los delfines saltan,
el sol se oculta, las estrellas aparecen,
ella no duerme,
y yo nunca volveré.
miércoles, 27 de febrero de 2008
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